lunes, 11 de julio de 2011

"La Desconfianza" Reflexiones 5º año

La desconfianza es una de las peores actitudes de la época, se genera por la falta de confianza esto quiere decir, que una persona no posee seguridad ya sea en sí misma, en otra persona, o en una cosa.

Cuando la desconfianza se refiere a uno mismo, esto se refiere a que una persona no cree en lo que puede ser capaz de hacer, o los objetivos que puede llegar a alcanzar, se cree incapaz de algo. Este tipo de desconfianza nos juega en contra en las situaciones que atravesamos y que para poder seguir adelante debemos ser positivos.
La desconfianza hoy en día es algo tan difícil de conseguir. Muchas veces la raíz de nuestros fallos se encuentra en la desconfianza que tenemos con nosotros mismos. Con esto quiero decir que si una persona confía en sí misma, puede ser capaz de hacer cualquier cosa que se proponga.

A la vez siento que para la personas que es desconfiada consigo misma, le resulta imposible no ser desconfiado con los demás.

Pero no podemos vivir desconfiando de todo y de todos. La desconfianza a la vez es una falta de responsabilidad de una persona, por ejemplo: Si una persona confiaba en otra, y esa confianza ya no existe es porque alguno de los dos o ambos lo generaron mediante algo que hicieron. Y si la confianza entre las personas se rompe hay que saber asumirlo y afrontar las consecuencias de ello.
Cuando desconfiamos de alguien, es muy difícil volver hacia atrás y enmendar esa confianza rota. Quizás por eso sea tan difícil poder confiar plenamente en alguien. A veces creo que tendríamos que tomar más conciencia sobre las cosas que hacemos, con un mínimo detalle podemos perder la confianza que se construyó en mucho tiempo, y eso es muy difícil de enmendar.
Desconfiar no es algo bueno. Al desconfiar nos llenamos de intrigas, tenemos falsas expectativas sobre una persona, estamos siempre esperando lo peor.

Al mismo tiempo puedo decir que todos merecemos segundas oportunidades, podemos equivocarnos pero la confianza en algunos casos puede mantenerse, aunque en otros no. Hay personas que pueden cambiar y saben cómo ganarse la confianza de la gente siendo espontáneos, y aunque esas personas cometan errores, muchas veces también están arrepentidas y construyen la confianza nuevamente.

También hay personas que por miedo a ser traicionadas son obsesivamente desconfiadas.
Desde mi punto de vista creo que es preferible confiar, y equivocarse, que desconfiar de todo el mundo. Encontrar una persona en la que se pueda confiar da una gran satisfacción, quizás muchas veces confiemos en personas equivocadas pero siempre va a haber alguien fiel a nuestra confianza, esperándonos.

La confianza es un sentimiento que no puede generarse solo, tiene que ser siempre recíproca. Hay que dejar de ser egoísta y arriesgarnos a creer un poco más en los otros, para no vivir con dudas. Y acordarnos que si queremos que confíen en nosotros, primero tenemos que confiar en los demás.

CONSTANZA GIUNTA

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